miércoles, 9 de junio de 2010

El pensamiento moral. Parte 6

6. Conclusiones

En conclusión, el tema del pensamiento moral es amplio y muy divergente, las tres teorías mencionadas pareciera que tienen cierta veracidad, esto dependiendo de la perspectiva por donde se vea.

      La teoría que maneja el pensamiento moral como una forma de razonamiento dada gracias a la experiencia que tiene el individuo con sus semejantes, es viable si lo vemos desde el punto de vista de que algunos juicios morales necesitan de un razonamiento amplio, y que estos no podrían ser si se tomaran las decisiones basados solo en los impulsos causados por los sentimientos.

      La otra teoría, la del individuo moral que basa sus juicios morales en los sentimientos también es válida desde un punto de vista específico. Por ejemplo, si alguna circunstancia nos causa simpatía, solemos inclinar nuestro juicio hacia ella. Sin necesidad de razonar de forma profunda sobre las posibilidades presentes.
      Y la tercera teoría que nos dice que somos individuos equipados con una “maquinaria” que nos permite hacer juicios morales de forma casi automática, también es válida (Hauser M. , 2008). Solo que esta teoría parece tener más respaldo científico que las otras dos. También suele explicar el por qué coincidimos en algunos aspectos del pensamiento moral y el por qué existen diferencias marcadas por la cultura en la que nos desarrollamos.

      Como se puede observar en las diferentes investigaciones citadas, son muchos las preguntas que se hacen los investigadores con respecto al pensamiento moral y a los juicios morales. No solo está el problema de cuál es la forma en que el ser humano realiza los juicios morales, sino también existen múltiples problemas como el por qué moralizamos algunas acciones y otras no, cómo juzgamos los diferentes dilemas morales, por qué podemos pasar por alto acciones que antes se consideraban inmorales y  dependiendo de la época se vuelven morales. Son muchas las preguntas que se pueden plantear con respecto a la moralidad humana.
      Creo que aún falta mucha investigación con respecto a todo lo que se refiere a pensamiento de tipo moral, por ejemplo, por qué el cambio que tienen algunos dilemas morales cuando la cultura en la que se desarrollan cambia. Me parece un buen tema de investigación que posiblemente necesite el planteamiento de hipótesis que puedan ser comprobadas a partir de investigaciones en un futuro.

      En la última parte tocamos el tema de que como psicólogos podemos estudiar el comportamiento moral no solo en sus formas de pensamiento o conducta, sino también en la forma de interacción entre individuos, donde a partir de las dos formas anteriores, podemos analizar la perspectiva de cada uno de los individuos involucrados en un dilema moral o siendo externo como un juez.
    

martes, 8 de junio de 2010

El pensamiento moral. Parte 5

5. La moral a partir de la interacción de los individuos.

A lo largo de este trabajo, he venido desarrollando diferentes teorías sobre el desarrollo del pensamiento moral en las personas, también he tocado aspectos importantes para el entendimiento de la psicología moral. Por ultimo desarrollare la parte que corresponde a la interacción de los individuos y como a partir de esta, aparecen los dilemas morales.

Para que exista un comportamiento de tipo moral, debe de existir también una interacción entre dos partes involucradas en la acción y una parte externa que juzgue la acción. Los psicólogos han estudiado este tipo de problemas que se dan en las interacciones y han desarrollado una teoría de juegos.

      La teoría de juegos consiste en tomar la perspectiva de cada jugador en una situación dada, y a partir de eso, evaluar la forma en  que alcanzan sus objetivos. La teoría de juegos ha resultado muy útil para comprender la evolución de los mecanismos de las distintas estrategias de comportamiento, tanto en seres humanos como en especies no humanas (Krebs y Davies, citado en De Scioli & Kurzban, 2009, pág. 284).

      El comportamiento moral, al menos puede estudiarse desde la perspectiva de la teoría de juegos como un juego de tres roles o jugadores. Nos referimos a estas tres personas como el actor, la segunda parte y las terceras partes. El comportamiento que lleve a cabo el actor afectara a segundas y terceras partes, pero también existen terceras partes que son considerados los jueces. Entonces podríamos decir que en un problema de tipo moral existen tres elementos: el actor, la víctima y el que aplica la condena (juez) (De Scioli & Kurzban, 2009).

      Por ejemplo imaginemos una situación, un policía de tránsito detiene a un conductor porque se ha pasado una luz de alto de un crucero, después de pedirle sus papeles, el policía le dice al conductor que puede evitar la infracción que dañaría el historial del conductor, dándole un soborno y dejándolo, haciendo como si nada hubiera pasado. Este es un ejemplo donde existe un dilema moral entre si es bueno o no darle el dinero al policía. Primero pondremos al conductor como la víctima del policía que en este caso será el actor, nosotros los que emitimos la condena, podremos juzgar al policía por pedirle dinero al conductor o al conductor por ofrecerlo si es el caso y entonces veríamos la acción como algo “malo”. Pero existe la posibilidad de ver la acción como algo “bueno”, en el caso de que el policía necesite el dinero porque su salario no le alcanza o de que el conductor esté a punto de perder los últimos puntos de su licencia.

      Ahora bien, solo hemos analizado la perspectiva moral de un juez que condena el acto, pero de igual forma, podemos analizar la perspectiva moral del policía siendo víctima o actor, o del conductor del automóvil de la misma manera.

      El ejemplo es demasiado sencillo y hasta cierto punto con una carga moral menor a la que podrían tener otros dilemas morales. Pero podemos observar que este tipo de ejercicios basados en la teoría de juegos, nos permite analizar y evaluar cada una de las perspectivas de los elementos que interactúan en un dilema moral.

      También podemos observar que dependiendo de la perspectiva el actor y las segundas o terceras partes, pueden ir cambiando su posición, y entonces convertir en victima al actor o viceversa (De Scioli & Kurzban, 2009).
    

lunes, 7 de junio de 2010

El pensamiento moral. Parte 4

4. Otros aspectos importantes del pensamiento moral.

El estudio del pensamiento moral forma parte de la filosofía, y pareciera que a la psicología solo le ha quedado como campo de estudio la conducta de tipo moral. En una primera impresión pareciera que esta distinción entre campos de estudio tendría que ser así, pero si consideramos que el pensamiento moral es el antecedente de la conducta moral de los seres humanos, entonces, la psicología tiene todo el derecho tanto de estudiar el pensamiento moral como la conducta moral. Y para lograr esto, la psicología necesita de ramas auxiliares, como la misma filosofía, la antropología, la lingüística, la etología, etc.

      Estudios antropológicos nos han dado pistas para el estudio del pensamiento moral. Se han llevado a cabo observaciones en diferentes partes del mundo y se ha visto que otro aspecto de la psicología moral que normalmente se asocia con el pensamiento primitivo pero que se encuentra aún en épocas modernas son las ideas de sagrado y tabú. Existen ideas muy arraigadas sobre lo que no está permitido en algunas culturas, ideas de tipo religiosas que también se encuentran repetidas en diferentes religiones. En cambio, la mayoría de las ideas tabú podrían estar relacionadas con aspectos de tipo evolutivo, por ejemplo, el incesto, donde en la mayoría de las culturas se encuentra prohibido por alguna razón (Pinker, 2003). No es el objetivo darle respuesta a esta interrogante, aunque lo que si podemos observar es la enorme carga moral que llevan este tipo de ideas culturales.

      Un aspecto importante de la moral es el concepto de equidad, pareciera que una parte de nuestro comportamiento moral está cargado por el lado de la equidad. Pareciera que en ciertos aspectos las personas buscan una justicia equitativa para todos sus congéneres, aunque a veces las acciones individuales no lo sean. Es decir, mientras la persona se sienta parte de un grupo, el concepto que prevalece es el de equidad para todos los miembros del grupo. El antropólogo Christopher Boehm nos da una explicación, cuando el ser humano moderno evoluciono como especie, parece que desaparecieron las jerarquías de dominio que nuestros parientes primates utilizan y fue imposible que un individuo tuviera una posición superior a otro. Entonces, en nuestro pasado de cazadores-recolectores pudimos desplegar conductas de tipo moral para repartir los alimentos de forma equitativa. Sin embargo, esto no garantiza que nuestra conducta moderna este basada completamente en la equidad de los individuos. Existen otros aspectos influyentes para que las sociedades modernas evolucionaran sus sistemas políticos a otras formas (Hauser, 2008).

Existen otros fenómeno del pensamiento moral, pareciera que aspectos que antes no se consideraban como actos inmorales cambian y pasan a ser actos con una carga moral, de manera que por ejemplo: antes el fumar no era un acto inmoral en la mayoría de las sociedades, la decisión la tomaba los individuos si querían hacerlo o no, ahora parece que la acción de fumar es un acto inmoral, ya que las investigaciones sobre los daños que causa el humo del tabaco, han cambiado la forma de ver el hábito de fumar. Y de igual manera también puede ocurrir lo contrario (Pinker, 2003). Un ejemplo seria el sexo ocasional, pareciera que antes era inmoral el ir por la vida teniendo relaciones sexuales con diferentes parejas, ahora parece que el acto moral ha cambiado perdiendo la etiqueta de inmoral.

domingo, 6 de junio de 2010

El pensamiento moral. Parte 3

3. Hallazgos científicos sobre aspectos de la moral.


Uno de los primeros trabajos que demostraron que las personas son capaces de distinguir entre violaciones morales (por ejemplo, jalar el pelo a alguna persona), de violaciones convencionales (por ejemplo, sorber la sopa del plato) fue el de Elliot Turiel. En su trabajo de 1983, nos muestra para nuestra sorpresa que los niños en edades tempranas son capaces de distinguir los casos de violaciones morales de las violaciones convencionales. Los niños tienden a pensar que las violaciones morales son menos admisibles y más graves que las faltas convencionales (Nichols, 2002). Esta investigación parece que apoya la teoría de que existe un sistema en las personas, anterior a la experiencia con los principios morales inculcados, es decir que existe un mecanismo evolutivo.

      En el 2002 otro estudio, el de Nichols, parte de la idea de que las violaciones convencionales que involucran sentimientos (por ejemplo el escupir en la mesa), son menos admitidas que las violaciones morales que aparentemente no involucran sentimientos (el jugar con la comida). Esto se debe a que el sentimiento inmediato que causa la violación convencional es automático, sin embargo, algunas violaciones morales necesitan de un razonamiento para que sean condenadas (Bartels, 2008). Este estudio daría la impresión de que apoya la teoría en la que se involucra a los sentimientos como el principal motivador de los juicios morales.

      En un estudio de Marc Hauser que hizo con una población maya para saber si también pensaban que una acción que causara algún daño era más prohibida que una omisión que causara un daño de secundario. Hauser encontró que en esta población no existen diferencias significativas entre la percepción del daño causado directamente por una acción al daño causado por una omisión (Hauser, 2010). Este estudio nos muestra que existen sistemas morales diferentes, se esperaría que esta población tuviera el mismo tipo de pensamiento moral que la mayoría de las poblaciones, pero el aspecto cultural juega un papel importante en la variación.

      También existe un debate sobre qué es lo que causa que determinada acción sea considerada un crimen y sea castiga. Fiery nos en un estudio encontró que los juicios de maldad o licitud son determinados por un análisis de los estados mentales para generar la culpabilidad. Mientras que los juicios de castigo y culpa tienen mayor sensibilidad a un análisis de la sensibilidad causal. Este hallazgo contradice la idea común de que los actos son castigados si y solo si son ilícitos (Fiery, 2008). Por ejemplo, las sociedades casi siempre castigan el homicidio de forma tal, que los sistemas jurídicos están diseñados para sentenciar a los causantes de uno. Pero existen excepciones a la regla, un ejemplo sería el de los soldados que cometen asesinatos en las guerras, casi en la mayoría de las veces de otros soldados, y no existe un castigo. Cuando un soldado mata a otro, no está cometiendo el asesinato de una persona, pareciera entonces que está combatiendo al enemigo como un objetivo a cumplir. Entonces podemos ver escenas donde premiamos con medallas estos actos, en lugar de condenarlos y castigarlos.

sábado, 5 de junio de 2010

El pensamiento moral. Parte 2

2. Teorías explicativas del pensamiento moral.

Una de las teorías que dice que la moral humana se da a partir de un recubrimiento social-cultural esto es, sobre un sistema primitivo de moral que estaría presente por causas evolutivas es la teoría de la capa. Esta teoría trataría de explicar la conducta moral del ser humano y el razonamiento moral por medio de la interacción del individuo con factores ambientales y socioculturales. Existen algunos científicos que no ven en esta teoría la respuesta al pensamiento moral del hombre, ya que no explica por qué los niños son capaces de tener juicios moralmente cargados en edades muy tempranas, incluso sin siquiera haber tenido la interacción suficiente con las personas que lo rodean (De Waal, 2007).

      En este caso, Jean Piaget nos dice que los juicios morales en los niños se van dando a partir de la experimentación con los demás, y que a la edad de los dos años aproximadamente cuando el niño entra en un proceso de desarrollo intelectual es cuando los juicios morales empiezan a aparecer. Según este autor, no podemos hablar de moral propiamente dicha antes de la etapa a la que él llama preoperacional. Solo cuando el niño entra en dicha etapa es cuando podemos comenzar a observar un razonamiento moral (Araujo, 2000).
      Piaget afirma claramente que su interés no es la conducta moral ni el sentimiento moral, sino el juicio moral y distingue  dos etapas en el desarrollo de este: En la primera, el niño acepta que las reglas del juego le sean impuestas por la autoridad y está convencido de la importancia de las ideas de los mayores. En la segunda, él se vuelve independiente de los adultos. La solidaridad entre los niños se esfuerza y se construye una moral basada en cooperación (Misfud, 1995).
      Lawrence Kohlberg también sostenía esta idea de que la sociedad es la que forma el pensamiento moral en los niños. Él decía que: “Los principios morales son reconstrucciones activas de la experiencia”, esto es un pensamiento totalmente racional a partir de la interacción del sujeto con su entorno (Hauser, 2008).

      Tanto Piaget como Kohlberg son partidarios de la idea de la que el ser humano es un ser totalmente racional a la hora de hacer juicios morales. Los dos creen que la moral al ser adquirida en la niñez es parecida a cualquier aprendizaje, y entonces somos capaces de utilizar una “lógica de la moral” para resolver los dilemas morales que se nos presentan a lo largo de la vida (Hauser, 2008).

      En cambio el filósofo David Hume, nos plantea la idea de que los juicios morales son conducidos única y exclusivamente por las emociones. Estas emociones son el motivo que nos lleva a actuar de determinada manera cuando se nos presenta un dilema moral (Hauser, 2008). Por lo tanto nuestro razonamiento moral dependería de un sistema afectivo o valorativo de las situaciones que se nos presentan. Así seriamos capaces por medio de los órganos sensoriales, de recibir un estímulo que de manera inmediata activara una emoción, que a su vez fuera el motivo para realizar una acción o emitir un veredicto moral.

      He venido diciendo que existen dos formas de explicación de la moral humana, una basada en la experiencia y el aprendizaje de “principios morales”. La otra forma basada en la interacción de nuestras emociones con el ambiente, de manera que si se nos presenta un dilema moral somos capaces de manera automática por alguna emoción de emitir un juicio moral. Pero también existe una tercera teoría, esta nos dice que somos capaces de emitir juicios morales basados en principios inconscientes e inaccesibles, es decir, que tenemos instintos morales evolutivos (Hauser, 2008).

      Darwin fue el iniciador de la biología evolutiva de la moralidad y en su libro “el origen del hombre” le dedica dos capítulos al tema.  El afirma que la piedra fundamental de la moralidad es la simpatía que es un instinto social que también podemos encontrar en especies no humanas. Darwin llego a la conclusión de que el comportamiento moral estaba destinado evolutivamente a ayudar a la especie, pero que las normas morales que se desarrollaban a partir de dicho comportamiento eran errores perjudiciales para la especie humana (De Scioli & Kurzban, 2009).

      Entonces parecería que la moralidad humana también podría tener un pasado evolutivo, según Frans de Waal podemos rastrear conductas que se relacionan de manera estrecha con la moralidad en nuestros parientes más próximos en el mundo natural. Esto nos lleva a la idea de que la conducta moral no es un proceso exclusivo del hombre, y que también puede ser compartido con otras especies (De Waal, 2007).
    
      Un ejemplo de una teoría basada en aspectos evolutivos, son las ideas que desarrollo John Rawls. Él nos dice que tenemos un sistema mental evolucionado a partir de un sistema más simple (el sistema simple seria el que compartimos con algunas otras especies de animales), capaz de detectar y emitir comportamientos como la empatía, la compasión, la capacidad de compartir, etcétera, que son reconocidas universalmente por miembros de nuestra especie. De tal forma que seriamos dueños de un sistema de gramática universal moral. Esto no quiere decir que todos tengamos el mismo comportamiento moral o emitamos los mismos juicios en todo el mundo (Hauser, 2008).

      La teoría de la gramática moral permite la interacción de la cultura y el ambiente para crear una gama de posibles sistemas morales. Entonces una vez que un sistema moral se ha establecido en un individuo o grupo, este comparte algunas características con otros sistemas morales en otras partes del mundo, pero también se forman diferencias entre ellos  (Hauser, 2008). Por esta razón podemos distinguir entre sistemas morales en diferentes grupos con culturas similares, y lo que puede resultar permisible para una cultura para otra distinta puede ser aberrante.

      Pero también las personas con diferentes culturas tienen normas morales universales, por ejemplo el castigar el asesinato o la violación es muy común en distintas etnias. Las personas creen que es correcto castigar a los que han cometido algún daño o falta a alguien más, e incluso se puede considerar incorrecto el no hacerlo. Entonces se utiliza el daño físico, la pérdida del estatus, el encarcelamiento o la muerte, para hacer que una persona pague por sus actos (Pinker, 2003).

      Los teóricos evolutivos proponen que la moral se basa también en un estado consciente de los individuos y  se preguntan el por qué algunos comportamientos como el incesto es condenado en la mayoría de las culturas. Pero no se han preguntado el por qué terceras personas condenan el incesto. Los teóricos no utilizan la palabra conciencia sino que simplemente se refieren a los mecanismos de autorregulación. En este caso entonces, existen dos aspectos que podrían estar regulando este tipo de comportamientos. Por un lado está la autorregulación o lo que llaman la moral centrada en la conciencia. Por el otro está la regulación de la condena que emiten las demás personas con respecto a un comportamiento de un individuo o un grupo (De Scioli & Kurzban, 2009).

      Algunas investigaciones han demostrado diferentes aspectos del comportamiento moral y de los juicios morales, que han dado diferentes pistas sobre el entramado mundo de la psicología de la moral.

El pensamiento moral. Parte 1

Regreso a postear otro ensayo que he realizado durante este ciclo escolar, como ya se habrán podido dar cuenta el ensayo es el tipo de trabajo que me gusta más realizar.

El ensayo es largo pero muy interesante, espero atraparlos para que lo lean, me encantaría que me dejaran sus comentarios en cada uno de los posts que voy a ir subiendo, intentare ir subiendo una o dos partes por dia, y lo quiero hacer en varios post. También les dejare las referencias en esta primera parte y al ultimo les pondré el link donde lo subiré completo.

Referencias.

Araujo, F. (2000). La construcción del juicio infantil y el ambiente escolar cooperativo. Revista Chilena de Psicología: Educar, 26, 151-163.
Bartels, D. (2008). Principled moral sentiment and the flexibility of moral judgment and decision making. Cognition(108), 381-417.
De Scioli, P., & Kurzban, R. (2009). Mysteries of morality. Cognition, 112, 281-299.
De Waal, F. (2007). Primates y Filósofos: La evolución de la moral del simio al hombre. Barcelona: Paidós Ibérica.
Fiery, C. (2008). Crime and punishment: Distinguishing the roles of causal and intentional analyses in moral judgment. Cognition(108), 353-380.
Hauser, M. (2010). Mayan morality: An exploration of permissible harms. Cognition(115), 207-224.
Hauser, M. D. (2008). La mente moral, Cómo la naturaleza ha desarrollado nuestro sentido del bien y del mal. Barcelona: Paidós Ibérica.
Misfud, T. (1995). El pensamiento de Jean Piaget sobre la psicología moral: presentación crítica. México: Limusa.
Nichols, S. (2002). Norms with feeling: towards a psychological account of morality judgment. Cognition(84), 221-236.
Pinker, S. (2003). La Tabla Rasa: La negación de la naturaleza humana. Barcelona: Paidós Ibérica.

Introducción.

Un juicio moral se distingue de un juicio desagradable en la idea que el primero conlleva una emoción que se da a partir de un doble conflicto, en cambio, el otro tipo de juicio solo lleva una carga de desagrado a la persona que los está expresando, sin poner en ningún  momento en conflicto a la persona. Por ejemplo, cuando nos topamos con el dilema moral de si está bien o no matar a una persona, la carga emocional que activa el solo hecho de pensarlo nos pone en un conflicto moral, el cual tendríamos que razonarlo al menos dos veces sin la existencia de algún motivo de por medio. Sin embargo, por ejemplo si nos encontramos con un insecto desagradable en la mayoría de los casos podríamos quitarle la vida sin entrar en un conflicto afectivo y mucho menos en un dilema moral.

      La mayoría de las personas que se encuentran con el concepto de moral en su vida cotidiana comparten la perspectiva de que el razonamiento moral consciente a partir de principios explícitos es la causa de nuestros juicios morales. Esta idea es formulada a partir de los principios explícitos que recibimos de la interacción con las personas que nos rodean  e incluso de la misma sociedad en la que nos hemos desarrollado, creemos que los valores y principios que nos inculcan son la base de todo nuestro razonamiento moral y por lo tanto de lo que decimos es bueno o malo en nuestra vida (Hauser, 2008).

      Pero qué pasaría si esto fuera diferente, si en realidad contamos con mecanismos internos que rigen nuestra conducta moral. Si estos se encuentran mediados por un proceso inconsciente que parecido a lo que Noam Chomsky propuso en el lenguaje, el ser humano cuenta con una gramática universal oculta que nos permite valorar las causas y consecuencias de las acciones que llevamos a cabo cada uno de nosotros día a día (Hauser, 2008).