miércoles, 28 de abril de 2010

Esayo sobre la psicología de las masas. Parte 1



Una de las finalidades de la psicología social, fue la psicología de las multitudes humanas o también llamada psicología de las masas. Para entender la psicología de las multitudes, uno tiene que estar dentro y fuera a la vez. En los movimientos de masas la sociedad se encuentra a sí misma, se reconoce con los demás.

A Gustave Le Bon se le atribuye la teoría de las multitudes en su libro “psicología de las masas” de 1945, sin embargo, Sighele escribe antes “Psicología de las sectas criminales” en 1942. Se dice que Le Bon plagia las ideas de Sighele.

Le Bon decía que las masas serian el motivo por el cual la sociedad de ese tiempo iba a ser destruida, jugaba con el miedo que se provocaba al ver los movimientos de masas de la época.

Elías Canetti en su libro “masa y poder” de 1961, dice que el miedo no se encuentra ubicado en las multitudes, sino más bien en la idea del retorno del pasado primitivo de la especie humana, por ejemplo la idea de la revolución francesa que había quedado marcada en las sociedades europeas.

Canetti menciona un fenómeno interesante al parecer observado en la sociedad inglesa de ese tiempo, este es el temor a ser tocado. Al juntarse las masas ese temor se invierte y aparece un “ritmo” en el cual la masa participa en su conjunto, una especie de movimientos sincronizados como si la multitud fuera una sola, individuos fusionados en su conjunto. Las individualidades se disuelven y aparecen las masas.

Existe una característica de las masas llamada supraindividualidad, que se manifiesta en la forma de uno o varios líderes que “manejan” a los grupos o masas. Moscovici al respecto dice que el líder es la multitud convertida en un individuo. La multitud crea al líder, y también tiene la capacidad de destruirlo o sustituirlo.
El líder no se explica por sí mismo porque este sale de las masas, pero tampoco explica a la multitud en su totalidad. El líder es el punto de mayor intensidad en una masa, hacia donde converge toda la multitud. El líder no solo puede ser una persona, también puede ser un objeto o una situación concreta.

Otra característica de los movimientos de masas es la irruptibilidad, esta nos habla de que existe tanto una racionalidad pública, como una racionalidad privada. En el tipo de pensamiento público en los individuos opera el lenguaje con todas sus reglas de conversación, es un lenguaje formal para la comunicación. En cambio, en el pensamiento privado lo que opera es la afectividad primitiva, por lo tanto, un lenguaje de tipo más primitivo y apegado totalmente a lo afectivo.

Biografía:

Le Bon, G. (1845). Psicología de las masas. Madrid. Morata
Moscovici, S. (1984). La era de las multitudes. México, FCE
Canetti, E. (1961). Masa y poder. Madrid, Alianza

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